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Arquitectos: AMOO
- Área: 60 m²
- Año: 2020
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Fotografías:José Hevia
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Proveedores: Flos, Franke, JUNG, Roca, Tres Griferías
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda se sitúa en la planta sobreático de un edificio construido en el año 1959 en el barrio de Gracia de Barcelona. El edificio tiene 2 puertas por rellano, aunque tanto la planta ático como la planta sobreático disponen sólo de 1 una puerta.
La estructura de la vivienda es de muros de carga. El rectángulo que forma la planta queda troceado por el núcleo de ascensor y escalera, así como por un muro de carga. La zona común queda orientada en la fachada SO, mientras que la zona de habitaciones queda orientada en la fachada SE. La superficie total es de 60,46m².
El proyecto, desde un inicio, plantea invertir la distribución de usos de la casa. Se derriban todos los tabiques, y dada la negativa de la comunidad de vecinos, se evita cualquier intervención estructural, a diferencia de las propuestas iniciales aprobadas por el ayuntamiento. La propuesta es clara según las demandas de la clienta: una gran habitación con baño y vestidor totalmente abiertos y una gran zona común donde trabajar y recibir sin estrecheces.
La particularidad de la envolvente, con una fachada continua de 1,65cm de altura y un faldón inclinado que la acompaña (reflejo de la cubierta), junto al núcleo de acceso y al muro de carga, lleva a resolver el programa mediante mobiliario a medida que adapta espacios de forma ambivalente, incluso ambigua. Sofás que son camas que se convierten en escritorios, camas que son armarios que se convierten en bañeras. Y como representación de esta fluidez de usos, un dato: el piso, más allá de la obligatoria puerta de acceso, sólo dispone de una puerta, la del baño de cortesía, para comodidad de los invitados.
En paralelo, la fachada SE, la de mayor longitud, se resuelve con una estantería trasdosada para aumentar el aislamiento de la fachada y corrida de lado a lado, que recoge y singulariza todas las ventanas, originalmente de poca entidad, resultando un elemento homogeneizador.
Como último detalle, una pilastra jónica de mármol rosado en la testa del muro de carga que no se permitió derribar lo refuerza simbólicamente, apuntalando la tranquilidad general de la comunidad.